Un paseo por nuestras clásicas latas de AOVE

Las latas de Aceites La Muralla: historia, diseño y formato.

Hacemos un viaje por la historia de nuestros formatos y latas más históricas, lo que nos servirá de inspiración para el restyling de la marca Cortijo La Muralla. ¿Con cual te quedas? Te leemos en nuestro Instagram o Linkedin.

El rojo y el estilo modernista, los grandes protagonistas del primer formato.

Comenzamos analizado una de nuestras latas más antiguas, que data de finales del siglo XIX y que tiene una clara inspiración modernista francesa, muy al estilo Tolouse-Lautrec.

Este estilo se caracteriza por el uso bidimensional de elementos orgánicos como ramas de árboles y flores, destacando elementos renacentistas como las musas grecolatinas. Fue un estilo aplicado a cartelería, ilustraciones y artes gráficas en general. 

En el centro de la lata vemos una musa, como hemos mencionado, que nos recuerda a la "Libertad guiando al pueblo" de Delacroix. En este caso, esta mujer lleva la propia lata de aceite de oliva virgen extra de Manuel Villén Priego. 

Este formato de 2 litros se distribuyó bajo la marca "Aceite Puro de Oliva Español" una denominación impensable de registrar hoy día, al tratarse de una categoría muy genérica. Manuel Villén Priego fue pionero en la exportación de AOVE y por tanto no encontró impedimentos para registrar un concepto tan sencillo y descriptivo. 

Según nos cuenta Manuel Villén Otero, actual director general de Aceites La Muralla y trastaranieto de Manuel Villén Priego "este formato era el más demandado para regalo fuera de nuestras fronteras. Sería el equivalente en regalo premium a nuestro estuche de iOliva. El cristal no se utilizaba para la exportación debido a que los sistemas logísticos no eran tan seguros como actualmente. Al final, apilar latas en grandes contenedores era una forma cómoda tanto de transporte (marítimo, principalmente) como de consumo. El diseño era ya muy importante en la época, por lo que se imprimía la lata al completo. No se incluía información nutricional porque los protocolos sanitarios eran prácticamente inexistentes y mucho menos, consensuados entre países. Solo ver que se trataba de aceite español ya era una señal de garantía".

Desde esta época, el color rojo marcó la esencia de Aceites La Muralla y sus primeros diseños, ya que el Cortijo La Muralla tenía este color, inspirado en las tonalidades de ladrillo y cerámica tan característicos de la arquitectura andaluza (Mezquita de Córdoba, Plaza de España en Sevilla, etc.). El rojo se ha mantenido con los años tanto en Aceites La Muralla (marca del grupo) como en la marca de producto Cortijo La Muralla.

Esta última está en pleno proceso de restyling, y se inspirará en los elementos que componen las latas históricas para su nuevo diseño. 

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El primer "cinco litros" de Aceites La Muralla

Si antes hemos mencionado que la primera lata fue de 2 litros, aquí tenemos la versión en gran formato. Y es que para la exportación siempre son más atractivos los formatos más pequeños por el uso que culturalmente se hace del aceite. Para tener una idea, un estadounidense consume de media 2 litros al año mientras que en el Mediterráneo, el consumo oscila entre los 12-14 litros de aceite de oliva virgen extra por habitante/año (fuente: El Español).

Así que posterior al formato de 2 litros surgió la versión 5 litros, pensada más para venta nacional. Y es que en España, en esa época, había mucho autoconsumo (consumo de AOVE surgido de las propias aceitunas de cada uno) o bien el aceite se vendía, transportaba y almacenaba en bidones. Gracias a los avances tecnológicos y a la automatización de las máquinas envasadoras, se fue estandarizando el formato 5 litros y se acabó convirtiendo en el favorito de los españoles y el más cómodo de adquirir en tiendas y almacenes.

En esta lata, se decide sustituir "la musa del AOVE" del dibujo central por un sello firme y robusto con el apellido Villén, muy reconocido en la época y signo de garantía. 

"Marca registrada" se mantiene bajo la imagen, dando a entender que "Villén" es la marca a la que hace mención. Pero no. "Aceite Puro de Oliva Español" es la marca registrada, como indicamos en el formato anterior.

En este período tiene más valor "la familia" de la que procede el aceite que la marca en sí misma, por eso se menciona tanto el nombre completo o el apellido del patrón.

En cuanto a diseño, el marco que anteriormente era más modernista y fluido se vuelve más geométrico, una clara alusión a los mosaicos y azulejos andaluces.  Se introduce un color verde muy sutil que podría representar las aceitunas enmarcando la lata. 

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El dorado, como representación del "oro líquido".

Principios del XX.

Cuando el "aceite de oliva virgen extra" como concepto aún no se había desarrollado, se utilizaban los términos "puro" y "extrafino" para denominar ese tipo de aceite elaborado únicamente mediante procesos mecánicos y con una extracción óptima que mantuviera todas sus propiedades y sabor. En otras palabras, el mayor tesoro de nuestra tierra. 

Esta lata estuvo vigente en dos versiones: español e inglés. En todas las latas se menciona "Rute, Córdoba, España" como lugar de procedencia. Esto se debe, en palabras de Manuel Villén Otero, a "el reconocimiento que ha tenido siempre el sur de Córdoba, en concreto, la Subbética cordobesa, como mina de oro del aceite de oliva virgen extra. Desde siempre se ha querido poner en valor el origen de este aceite y no generalizar a 'aceite andaluz' o 'aceite cordobés' para que el cliente tenga una asociación directa de nuestro producto con el enclave natural al que pertenece".

El amarillo, combinado con detalles azules y formas redondeadas, simbolizaban el sol y el cielo que enmarcan nuestros olivos. Como podemos ver, el rojo no se pierde. Se menciona por primera vez al Cortijo "La Muralla", hogar de la familia Villén. "La Muralla" se registra como marca y es distribuida en Estados Unidos por Corn-Davis & Co (Nueva York).

Las ilustraciones centrales van variando según la lata. En el ejemplo de la izquierda vemos el Cortijo en el centro y luego una mezcla de olivar, trigal y campo de amapolas (a juego con el rojo). En otras versiones, solo se contemplan olivos y cipreses, una imagen más realista del auténtico Cortijo La Muralla. 

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Marca "La Superiora" : el inicio de los AOVE premium.

"Este aceite puro de oliva elaborado con los procedimientos más perfeccionados, con olivas cuidadosamente escogidas de mi región conceptuada como productores de los mejores aceites del mundo. Se recomienda a las personas con gusto exquisito y fino paladar".

Este es el texto que aparece en el lateral de la lata "La Superiora", bajo la firma de Manuel Villén Priego, aunque se cree que fueron sus hijos los que envasaron y distribuyeron este aceite. Sin duda, un texto donde el marketing y la marca personal están muy presentes. 

El diseño se hace más completo, orgánico y barroco y ahora son las ramas de olivo y las aceitunas las que enmarcan la escena. En el centro, la Superiora. Desconocemos la historia de esta señora y por tanto no podemos saber si se trata de una persona real, habitante de Zambra o Rute, cuyo retrato sirvió para ilustrar esta marca. Manuel Villén nos comenta que "mencionaba su abuelo que la marca 'La Superiora' se utilizó para hacer conexión entre la calidad 'superior' del aceite y el más alto cargo de la abadía: la Madre Superiora o Abadesa. Estas latas tenían un formato más pequeño porque contenían el mejor aceite de oliva virgen extra que se obtenía de las fincas de Manuel Villén. Había que distinguirlo de 'La Muralla' de algún modo, que era la marca principal, la más conocida y consumida." Como hemos mencionado antes, estas latas ya tienen una fuerte presencia del marketing y la asociación de ideas es fundamental para la connotación de la marca.

Manuel Villén ya no figura en la lata como "Cosechero y exportador", sino como "Fabricante y exportador", dándole a la elaboración del aceite un carácter más industrial y menos de recolector. Indirectamente, se quiere transmitir una mayor capacidad productiva utilizando estos términos. 

Sin duda, es la lata más festiva de nuestro catálogo de latas históricas, ya que mezcla el rojo tradicional, el azul, el dorado de fondo mencionados anteriormente pero ahora también tienen peso los verdes, para recalcar la materia prima de la que procede el aceite.

¿Cómo ha cambiado la marca, el diseño y los formatos? Pues más o menos así:

Llevamos más de 20 años con la etiqueta actual. En el último lustro hemos estado muy enfocados en el desarrollo de nuestra marca premium iOliva y estamos muy satisfechos con el resultado. Consideramos que estamos justo en el momento de centrarnos en nuestra marca de producto más reconocida y popular, Cortijo La Muralla, aquella que lleva más de un siglo sumando clientes fieles y apasionados por nuestro AOVE.

Tenemos muy claros algunos elementos imprescindibles en el próximo restyling de marca y otros nuevos que aún se están fraguando. Creemos que es el momento de darle un giro a Cortijo La Muralla hacia la vanguardia, eso sí, siempre inspirada en los elementos clásicos y distintivos de nuestra historia. 

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