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La poda del olivo, una práctica fundamental para su cuidado
Igual que nos esforzamos en el aseo y limpieza de nuestro cuerpo, el de nuestra familia y el de nuestras mascotas, las plantas también necesitan un cuidado especial. Nosotros defendemos la poda en cualquier caso, sea pensando en la calidad del fruto o en la salud de un árbol centenario. Todos los seres vivos que están a bajo nuestra responsabilidad necesitan atención y dedicación.
La poda del olivo es una técnica agrícola que consiste en cortar ramas y hojas del olivo con el objetivo de mejorar el crecimiento y calidad de las aceitunas. Es un proceso importante en la crianza de olivos y suelen realizarlo olivareros, agricultores y jardineros experimentados.
El olivo es un árbol perenne que puede vivir cientos de años y requiere una atención constante para mantener su salud y producción.
La poda se realiza principalmente durante los meses de invierno, cuando el árbol está en descanso, y su objetivo es controlar el crecimiento excesivo y mejorar la forma y el aspecto del árbol.
Al eliminar ramas secas o enfermas, se fomenta el crecimiento de nuevas ramas que darán lugar a una mayor producción de aceitunas.
Además, al abrir el centro del olivo y permitir que la luz penetre en la copa, se mejora la calidad y tamaño de las aceitunas. Sin embargo, es importante destacar que la poda requiere habilidad y conocimiento para realizarla correctamente. Una poda incorrecta puede dañar el árbol y reducir su producción y calidad de los frutos. Por eso, es importante contratar a un profesional capacitado para realizar este trabajo.
Beneficios de la poda
- Crecimiento excesivo: Sin poda, el olivo puede crecer de manera desordenada y densa, lo que dificultará la entrada de luz y aire al interior del árbol. Esto puede resultar en una producción reducida de aceitunas de mala calidad.
- Enfermedades: Las ramas secas y enfermas pueden atraer insectos y hongos, que pueden propagarse a otras partes del olivo y causar enfermedades graves.
- Pérdida de producción: Al no podar las ramas que no producen olivas, se pierde la oportunidad de estimular el crecimiento de nuevas ramas que puedan producir aceitunas.
- Debilitamiento del árbol: el resultado global de descuidar los tres puntos anteriores sería una mala salud del olivo y por tanto de la aceituna y del aceite.
Tipos de poda
- Poda de formación: Esta poda se realiza en los primeros años de vida del árbol para ayudar a dar forma a la copa. La poda de formación se suele realizar en invierno o en los primeros meses de la primavera.
- Poda de mantenimiento: La poda de mantenimiento se realiza anualmente para mantener la forma y la salud del árbol. Esta poda se puede realizar en cualquier época del año, pero se recomienda hacerlo en invierno o en los primeros meses de la primavera. Por ejemplo, en la subbética cordobesa muchos olivareros ya han comenzado.
- Poda verde: La poda verde se realiza durante la temporada de crecimiento para estimular la producción de aceitunas y mejorar la calidad de los frutos. La poda verde se suele realizar en verano o en otoño.
Algo que se realiza simultáneamente a la poda verde es la extracción de las llamadas "varetas" (al menos, así se llama coloquialmente en la subbética cordobesa y toda la zona de Priego de Córdoba, Rute y Carcabuey). Esto consiste en limpiar el entorno del tronco de malas hierbas que nazcan alrededor. Así todos los nutrientes de la tierra que rodea al olivo son exclusivos para él.
Pasos que suele llevar a cabo el profesional de la poda
- Identificar la rama a cortar: La primera tarea es identificar qué rama se debe cortar. Las ramas muertas, enfermas o dañadas deben ser las primeras en ser podadas. También es importante cortar las ramas que están creciendo demasiado en ángulos extraños o que están obstaculizando el crecimiento de otras ramas.
- Decidir por dónde cortar la rama: Es importante cortar la rama en el punto de unión con otra rama o con el tronco. Este punto se conoce como la "union de la yema". Cortar en este punto ayuda a estimular la producción de nuevas ramas y evita que el corte sea una herida para el árbol.
- Utilizar técnicas de poda adecuadas: Utilice técnicas de poda que eviten dañar el árbol, como el uso de herramientas de poda afiladas y la realización de cortes limpios. Evite cortar muy cerca del tronco o de otras ramas, ya que esto puede ser perjudicial para el árbol.
- Dejar ramas adecuadas: Al elegir qué ramas cortar, es importante dejar ramas fuertes y saludables que sean capaces de producir frutos en el futuro. Estas ramas deben estar distribuidas de manera equilibrada en el árbol para garantizar un crecimiento adecuado y uniforme.
Errores comunes en la poda del olivo y cómo evitarlos
La poda del olivo es una práctica crucial para garantizar una buena producción y la salud a largo plazo del árbol, pero es fácil cometer errores que pueden comprometer estos objetivos.
Uno de los errores más comunes es realizar una poda demasiado intensa. Al eliminar demasiadas ramas y hojas, se reduce la capacidad del olivo para realizar la fotosíntesis, lo que puede debilitar el árbol y reducir su producción de frutos. Es importante encontrar un equilibrio, eliminando solo las ramas que realmente interfieren con la estructura del árbol o que están enfermas, dejando suficiente follaje para mantener la vitalidad del olivo.
Otro error frecuente es la poda incorrecta de las ramas principales. Cortar las ramas primarias de manera incorrecta o en lugares inapropiados puede afectar la estructura del árbol y su capacidad para sostener la producción de aceitunas. Es vital entender la arquitectura del olivo y podar las ramas principales con cuidado, manteniendo una forma abierta que permita la penetración de la luz y el aire en el interior del árbol. Finalmente, realizar la poda en el momento equivocado del año puede perjudicar la salud del olivo.
La poda debe realizarse preferentemente a finales del invierno, antes de que comience el crecimiento activo, para minimizar el estrés y aprovechar al máximo los beneficios de la poda.
Relación entre poda y salud del olivo
La poda adecuada es fundamental para mantener la salud general del olivo. Al eliminar ramas muertas, enfermas o dañadas, se previene la propagación de enfermedades y plagas que pueden afectar gravemente al árbol. Una poda bien realizada permite una mejor circulación del aire dentro del dosel del olivo, lo que reduce la humedad y, por lo tanto, el riesgo de enfermedades fúngicas que prosperan en condiciones húmedas. Además, al mejorar la exposición a la luz solar, la poda facilita una fotosíntesis más eficiente, lo que se traduce en un crecimiento más vigoroso y una mayor producción de frutos.
La salud del olivo también depende de un equilibrio adecuado entre el crecimiento vegetativo y la producción de frutos. La poda ayuda a gestionar este equilibrio, evitando que el árbol se vuelva demasiado denso o desorganizado, lo que podría limitar su capacidad para producir aceitunas de alta calidad.
Un olivo bien podado tiene una estructura más fuerte y estable, capaz de soportar mejor las condiciones climáticas adversas y el peso de una buena cosecha. En resumen, la poda no solo influye en la productividad del olivo, sino que es una práctica esencial para mantener un árbol saludable, resistente y productivo a lo largo de los años.
Si sabes podar perfectamente un olivo o cualquier otro árbol nos encantaría ver el proceso y que nos expliques si debemos matizar algún punto de este artículo, ya que nosotros somos expertos en aceite pero no en poda. Nuestros maestros almazareros y nuestros olivareros nos han contado todas las claves de la poda y así os lo hemos querido transmitir. Esperamos tu comentarios aquí o en marketing@aceiteslamuralla.com
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