Biomasa del olivo: energía renovable a partir de residuos agrícolas

Biomasa del olivo: energía renovable a partir de residuos agrícolas

Imagina poder transformar lo que antes era un simple residuo agrícola en una fuente de energía limpia y sostenible. La biomasa del olivo hace justamente eso: aprovecha los subproductos de la industria olivarera, para generar energía renovable y reducir el impacto ambiental. En este post, exploraremos cómo la biomasa del olivo ayuda a dar un nuevo valor a estos residuos. ¡Sigue leyendo para descubrir todo lo que este recurso natural tiene para ofrecer!

biomasa a partir del olivo

Qué es la biomasa del olivo

La implementación de sistemas como el riego por goteo y los avances tecnológicos ha permitido un aumento progresivo y sostenido en la productividad del aceite de oliva. Sin embargo, este crecimiento en la producción de toneladas de aceite también genera un incremento en los residuos derivados de la industria. A este conjunto de residuos se le denomina biomasa, un recurso con un gran potencial en el mercado.

 

Los principales tipos de biomasa son:

 

El orujo: es la masa que queda una vez que se extrae el aceite de oliva. Supone prácticamente el 80% de la materia prima procesada.

El orujillo: Se obtiene después de extraer el aceite residual del orujo, dejando un subproducto con alto poder calorífico.

     El hueso de aceituna: Quizás este sea el residuo con el que estés más familiarizado ya que es uno de los que más se destina para el consumidor final. Existen muchos hogares que usan este residuo como combustible para la calefacción doméstica.

     La poda del olivar: es necesario podar el olivar para garantizar una buena producción. Los cortes más grandes se destinan para leña, este es el combustible más tradicional en las zonas donde existen plantaciones de olivos, es el que han usado nuestros abuelos para poder aliviar el frío en sus hogares y el que se sigue usando en muchos hogares rurales. Los cortes más pequeños se dejan en el campo y se trituran para que sirvan como compost natural.

Beneficios de esta biomasa

La biomasa del olivo ofrece múltiples beneficios ambientales, energéticos y económicos. Su aprovechamiento reduce los residuos agrícolas y minimiza el impacto ambiental al emitir menos CO que los combustibles fósiles. Además, ayuda a prevenir incendios al retirar restos de poda y permite su reutilización como compost o fertilizante natural.

En el ámbito energético, es una energía renovable y eficiente, con alto poder calorífico en residuos como el hueso de aceituna y el orujillo, ampliamente utilizados en calefacción y generación de electricidad.

En definitiva, el aprovechamiento de la biomasa permite dar valor a un residuo que, de no ser gestionado adecuadamente, representaría un grave problema ambiental y logístico para la industria olivarera. En lugar de acumularse y generar contaminación, estos subproductos se transforman en recursos útiles, contribuyendo a una gestión más sostenible, reduciendo costes y favoreciendo la economía circular.

Proceso de obtención

Como hemos comentado anteriormente la biomasa del olivo se obtiene a partir de los residuos generados en la producción del aceite de oliva y el mantenimiento de los olivares. Su transformación sigue un proceso estructurado que permite su aprovechamiento como fuente de energía renovable o para otros usos industriales.

 

1. Recolección de residuos

Los principales residuos del olivar provienen de dos fuentes:

  • Producción del aceite de oliva: Se generan subproductos como el orujo, el orujillo y el hueso de aceituna durante el proceso de extracción.
  • Mantenimiento del olivar: La poda del olivo produce ramas y hojas que pueden aprovecharse para compostaje o como combustible.

 

2. Procesamiento y tratamiento

Cada tipo de biomasa pasa por distintos tratamientos para su aprovechamiento:

  • Orujo: Se somete a un proceso de secado y extracción de aceite residual para obtener el orujillo.
  • Orujillo: Tras la extracción del aceite de orujo, se seca y tritura para su uso como biocombustible.
  • Hueso de aceituna: Se separa y limpia para utilizarse en calefacción doméstica e industrial.
  • Ramas y restos de poda: Se trituran para compostaje o se separan los cortes más grandes para su uso como combustible.

Usos y aplicaciones

Una vez que la biomasa está procesada tiene numerosas aplicaciones:

 

     Energía renovable: una de sus grandes aplicaciones es como biocombustible para calefacción y generación de electricidad, el uso de aceituna y el orujo seco son altamente eficientes como combustible en calderas de biomasa para calefacción doméstica e industrial. Su alto poder calorífico los convierte en una opción sostenible para sustituir combustibles fósiles.

     Producción de aceite de orujo: el alperujo tiene un pequeño porcentaje de aceite, no más del 2% ya que en las almazaras se utiliza el método de doble extracción, mediante el cual, se centrifuga la masa molturada dos veces.

Este aceite que se extrae del alperujo es un aceite que se debe refinar para poder ser consumido. Ya que su acidez es muy alta y sus cualidades organolépticas nada agradables. Pasa por un proceso en el que mediante procedimientos químicos se le retiran las impurezas y turbidez, se neutraliza la acidez, y decolora. Por último, se mezclará con un pequeño porcentaje de aceite de oliva virgen extra y se comercializará como aceite de orujo de oliva.

     Cosmética: los residuos de la biomasa del olivo, como las hojas, se emplean para la obtención de extractos naturales con propiedades antioxidantes. Estos extractos se utilizan en productos cosméticos como cremas, lociones y champús debido a sus beneficios para la piel y el cabello.

Impacto ambiental y económico de la biomasa del olivo

La biomasa del olivo tiene un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la economía, contribuyendo a la sostenibilidad de la industria olivarera y ofreciendo soluciones innovadoras para los desafíos energéticos y agrícolas.

 1. Reducción de residuos:
La biomasa del olivo aprovecha los residuos generados durante la producción del aceite y el mantenimiento de los olivares, como el orujo, el orujillo, el hueso de aceituna y las ramas de poda. Al reutilizar estos subproductos, se evita que se acumulen y se conviertan en un problema de gestión de residuos, minimizando el impacto ambiental.

2. Reducción de la huella de carbono:
Utilizar la biomasa del olivo como fuente de energía reduce las emisiones de CO
en comparación con los combustibles fósiles. Su combustión emite menos gases de efecto invernadero, ayudando a mitigar el cambio climático y promoviendo el uso de energía renovable.

     3. Impulso a la economía circular:
Al transformar los residuos agrícolas en recursos útiles, la biomasa del olivo fomenta un modelo de economía circular, en el que los residuos se reutilizan en lugar de desecharse. Esto no solo reduce los costos de eliminación de residuos, sino que también promueve la sostenibilidad de la industria olivarera.

    

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