MEJORES ALIMENTOS PARA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE
La dieta mediterránea, como ya sabrás, es una forma de alimentación basada en las cocinas tradicionales originales de Grecia, Italia y otros países que componen la cuenta del mar Mediterráneo. Esta dieta, no es solo un compendio de pautas alimenticias, sino que tiene una fuerte relación con la cultura y tradiciones y las formas de vivir de los habitantes de los pueblos del Mediterráneo. La dieta mediterránea, como sabrás, además goza desde hace décadas de gran reconocimiento médico y científico por sus demostrados efectos sobre nuestra salud.
¿Cómo es la dieta mediterránea? Bien, gráficamente, la pirámide de la dieta mediterránea se divide en tres grandes escalones: en su base, encontramos los alimentos que se recomienda consumir a diario; en su segundo escalón, los que debemos consumir semanalmente y su cúspide, aquellos que solo se recomienda consumir muy ocasionalmente.
En el escalón de los alimentos de consumo diario, los alimentos de origen vegetal tales como: cereales integrales (avena, trigo, etc..), verduras, legumbres, frutas, frutos secos (crudos), semillas, hierbas aromáticas y especias son los actores protagonistas. El AOVE, por otra parte, es la principal fuente de grasa agregada de esta dieta. Un elemento indispensable en la misma.
El aceite de oliva virgen extra, como os contábamos, es la principal fuente de grasa añadida en la base de la pirámide por un motivo: el AOVE es una grasa positiva que aporta grasas monoinsaturadas al organismo capaces de reducir el colesterol total y los niveles de lipoproteínas de baja densidad. En otras palabras, es una grasa capaz de de reducir en nuestro organismo el mal llamado “colesterol malo".
En el segundo escalón de su pirámide encontramos los pescados, especialmente los ricos en Omega3. También se encuentran en él las legumbres y los huevos y otros alimentos que principalmente cubren nuestras necesidades proteicas.
Para culminar esta pirámide, aparecen las carnes (especialmente las carnes rojas), los embutidos y los dulces y alimentos procesados, cuyo consejo de consumo se limita a un par de veces mensuales.
La dieta mediterránea no prohíbe ningún alimento en particular; nos marca el camino para encontrar los mejores grupos de alimento en nuestra alimentación diaria.